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Artigo Entrevista: Guga Vargas
Cicloviajante : Gonzalo Zamorano
Idioma: Espanhol – Chile
CICLOAVENTUREIRO | Cuéntanos sobre tu inicio del viaje, quién eras y qué circunstancias te llevaron a cambiar tu estilo de vida?
Gonzalo Zamorano | Como sabemos la vida nos conduce a todos por diferentes caminos y algunos de esos caminos nos llevan muy lejos. Nací en la ciudad de Mendoza, Argentina y a mis 18 años decidí cambiar mi rumbo, tomé una de las decisiones que me marcarían fuertemente, emigré a Barcelona, España. En principio, lo que serían uno o dos años terminaron siendo al menos 12 años. Esta hermosa y gran ciudad se convirtió en mi hogar y en cuna de mis sueños.
Idioma: Português – Brasil
CICLOAVENTUREIRO | Conte-nos como foi o início da viagem, quem foi você e quais as circunstâncias que o levaram a mudar seu estilo de vida?
Gonzalo Zamorano | Como sabemos, a vida nos conduz por caminhos diferentes e alguns desses caminhos me levaram muito longe. Nasci na cidade de Mendoza, Argentina e aos 18 anos decidi mudar meu rumo, tomei uma das decisões que me afetariam fortemente, migrei para Barcelona, Espanha.
Em princípio, o que seria um ou dois anos acabou sendo pelo menos 12 anos. Esta bela e grande cidade se tornou minha casa e o berço dos meus sonhos.
Idioma: Espanhol – Chile
CICLOAVENTUREIRO | Qué pasó en tus primeros años en Europa y cómo tus ojos veían el mundo de la aventura.
Gonzalo Zamorano | Durante mis primeros años en Europa descubrí mi pasión por los viajes y la fotografía. Trabajaba varias horas al día, no lo disfrutaba, era muy duro, pero esto me permitía poder ahorrar algo de dinero, pagar mi alquiler, mi auto, la moto y muchos caprichos que me daba. Mi vida se convirtió en una rutina, en un constante “modo automático”, lo que más disfrutaba era llegar a casa, me sentaba frente a la compu, observaba la pantalla y me sumergía en un mundo que me alucinaba, fotografías de viajes, aventuras, paisajes, rostros. Allí sentado podía pasar horas, era el lugar en el que me sentía más a gusto, donde viajaba, pero en la mirada y en la mochila de otros.
Idioma: Português – Brasil
CICLOAVENTUREIRO | O que ocorreu em seus primeiros anos na Europa e como seu olhar enxergava o mundo da aventura?
Gonzalo Zamorano | Durante meus primeiros anos na Europa, descobri minha paixão por viagens e fotografia.
Eu trabalhava várias horas por dia, não gostava, era muito difícil, mas isso me permitiu economizar um pouco, pagar o aluguel, o carro, a motocicleta e muitos caprichos que ela me deu.
Minha vida se tornou uma rotina, em um constante “modo automático”, o que mais gostava era voltar para casa, sentar na frente do computador, olhar a tela e mergulhar em um mundo que me alucinava, fotos de viagens, aventuras , paisagens, rostos. Sentado ali eu poderia ficar horas, era o lugar onde me sentia mais confortável, para onde viajava, mas nos olhos e na mochila dos outros.
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Idioma: Espanhol – Chile
CICLOAVENTUREIRO | Qué situación te sacó de tu zona de confort?
Gonzalo Zamorano | En esos años había llegado el amor y junto a eso siete años de estabilidad, una persona en la que me apoyaba y con la que compartía proyectos, hechos y por hacer. Pienso que hay dos maneras de salir de la “zona de confort”, ese lugar seguro, sin riesgos, ni decisiones difíciles. La primera es plenamente por voluntad propia, luego de haberlo meditado, uno se toma su tiempo, estudia la situación y decide que llegó ese momento. Luego la que yo viví, la segunda, cuando te “empujan”, estás en la zona, no planteas salir de allí, hasta que algo inesperado sucede. Mi burbuja, donde me encontraba tan seguro desaparece, algo que nunca me hubiera esperado, luego de tantos años juntos nuestros caminos terminaban separándose y yo me encontraba perdido en una realidad que ya no deseaba.
Idioma: Português – Brasil
CICLOAVENTUREIRO | Qual situação lhe tirou da zona de conforto?
Gonzalo Zamorano | Naqueles anos o amor chegou e junto com aqueles sete anos de estabilidade, uma pessoa a quem apoiei e com quem compartilhei projetos, acontecimentos e o que fazer. Penso que há duas maneiras de sair da “zona de conforto”, daquele lugar seguro, sem riscos, sem decisões difíceis.
A primeira é de livre e espontânea vontade, depois de ter meditado sobre ela, você toma seu tempo, estuda a situação e decide que aquele momento chegou.
E a segunda, que eu vivi, quando te “empurram”, você está na área, não pretende sair, até que aconteça algo inesperado. Minha bolha, onde eu estava tão seguro, desaparece, algo que eu nunca teria esperado, depois de tantos anos juntos nossos caminhos acabaram se separando e eu me perdi em uma realidade que eu não queria mais.
Idioma: Espanhol – Chile
Gonzalo Zamorano | Mi decisión no fue nada fácil, ya no tenía ningún apoyo, ni tampoco contaba con la energía suficiente, pero si sabía que era la mejor opción. Con algunos ahorros, algo de ropa, tomé mi mochila y decidí salir a explorar este maravilloso mundo. Me esperaban 7 años de aventuras ininterrumpidas.
Nunca olvidaré mis primeros pasos. Tailandia fue el punto de inicio de esta gran aventura, no lograba entender como había llegado hasta allí, era algo increíble, algo que mis ojos realmente disfrutaban. Todo era nuevo para mi, completamente exótico, la cultura, las miradas, las comidas, los aromas, por fin todo aquello que alguna vez miré sentado en mi escritorio, se convertía en algo realmente tangible, algo en el cual que yo formaba parte.
Idioma: Português – Brasil
Gonzalo Zamorano | Minha decisão não foi nada fácil, não tinha mais apoio, nem tinha energia suficiente, mas sabia que era a melhor opção. Com algumas economias, algumas roupas, peguei minha mochila e decidi sair e explorar esse mundo maravilhoso. 7 anos de aventuras ininterruptas me aguardavam.Jamais esquecerei meus primeiros passos.
A Tailândia foi o ponto de partida dessa grande aventura, não consegui entender como cheguei lá, foi algo incrível, algo que meus olhos gostaram muito. Tudo era novo para mim, completamente exótico, a cultura, os olhares, as comidas, os aromas, enfim tudo o que eu já havia visto sentado em minha mesa de escritório, tornou-se algo realmente tangível, algo do qual eu fazia parte.
Idioma: Espanhol – Chile
Gonzalo Zamorano | Ya había pasado varios meses recorriendo el Sudeste Asiático, me había cruzado con muchos viajeros provenientes de todos los rincones del mundo, mi Ingles no era muy bueno, pero con la ayuda de ellos poco a poco fue mejorando. Si algo hay que aprender es a escuchar y para escuchar muchas veces hay que preguntar. Quería encontrar ese secreto, ese cáliz del eterno viajero, que me llevara a seguir en la ruta. Conocí viajeros con mochila, en carro, en auto, en combi, en moto, pero los que en verdad llamaron mi atención fueron los viajeros que los hacían sobre una bicicleta, me parecía una verdadera hazaña, me llamaba mucho la atención.
Se cumplían tres años viajando. Había conocido el Sudeste Asiático, Nueva Zelanda, Australia y llegaría el turno de Nepal. La cordillera más alta de la tierra, los Himalaya se convertirían en un punto de inflexión en mi camino. El viernes 25 de abril del 2015 sucede lo inesperado, un terremoto sacude la ciudad de Katmandú, yo junto a otros cinco amigos nos encontrábamos realizando una excursión en el Annapurnas. Un desplazamiento de tierra nos sorprende, seguido vemos como una avalancha se lleva todo a su paso. Una aldeana en pánico recita, al parecer unos mantras, mientras de alguna forma trata de sostener con sus manos, rodeadas de un rosario hindú (Japa Mala), las paredes de piedras de su hogar, la observo, no me parece la mejor idea, todo se mueve. Luego de unos eternos segundos, nos encontrábamos a salvo, algunos en estado de shock. Los próximos días al acontecimiento servirían solo para reflexionar. Si en esto años viajar me había enseñado mucho, vivir algo así superó todo. La vida es el presente. Mas de 9.000 personas fallecieron en esos días.
De regreso en Barcelona, olvidada en una habitación, consigo mi vieja bici. Planeo iniciar mi primera aventura como cicloviajero. Tomo mis notas, apuntes que había conseguido en todo este tiempo. Leo y busco mas información. Todo parece poco. Recorrí España y luego seguí hacia Portugal, fueron dos meses poniendo a prueba todo lo que había aprendido. Mi primera experiencia resulta ser un éxito.
Pasé años escuchando historias imborrables sobre la Patagonia. Muchas personas que me encontré en el camino no dieron crédito a que no conociera tan bello lugar, haberme ido tan joven de mi país tuvo sus consecuencias. Me quedaba un viaje pendiente, un gran viaje, aquel que me llevaría a conocer aquellos paisajes aún desconocido para mi.
Mi primera experiencia viajando en bici fue un verdadero éxito, no había lugar a duda…me esperaba un segundo viaje igual o más apasionante que el primero. Con lo aprendido en esos meses, gané mayor confianza y mi curiosidad por recorrer nuevos caminos fue en ascenso. Sabía que empezaría por la Patagonia, pero luego si todo salía como lo esperado seguiría rumbo norte, Alaska.
Idioma: Português – Brasil
Gonzalo Zamorano | Já havia passado vários meses viajando pelo sudeste asiático, conheci muitos viajantes de todo o mundo, meu inglês não era muito bom, mas com a ajuda deles fui melhorando gradativamente. Se algo tem que ser aprendido, é para ouvir e ouvir muitas vezes você tem que perguntar. Queria descobrir aquele segredo, aquele cálice do eterno viajante, que me levaria a continuar no caminho. Conheci viajantes com mochila, em um carro, em uma combi, em uma motocicleta, mas os que mais me chamaram a atenção foram os viajantes que faziam de bicicleta, parecia um feito de verdade, me chamou a atenção.
Foram três anos viajando. e já tinha conhecido o Sudeste Asiático, Nova Zelândia, Austrália e seria a vez do Nepal. A cordilheira mais alta da Terra, o Himalaia se tornaria um ponto de viagem no meu caminho.
Na sexta-feira, 25 de abril de 2015, o inesperado acontece, um terremoto sacode a cidade de Kathmandu, eu junto com cinco outros amigos estávamos em uma excursão nos Annapurnas.
Um deslocamento de terra nos surpreende, muitas vezes vemos como uma avalanche leva tudo em seu caminho. Uma aldeã em pânico recita, aparentemente alguns mantras, enquanto de alguma forma ela tenta segurar com as mãos, cercada por um rosário hindu (Japa Mala), as paredes de pedra de sua casa, eu a observo, não me parece a melhor ideia, tudo se move. Depois de alguns segundos eternos, estávamos seguros, alguns em estado de choque.
Os próximos dias ao evento serviriam apenas para refletir. Se nesses anos viajar me ensinou muito, viver algo assim superava tudo.
A vida é o presente.
Mais de 9.000 pessoas morreram naqueles dias.
De volta a Barcelona, esquecido em um quarto, pego minha velha bicicleta. Pretendo começar minha primeira aventura como um ciclista.
Faço minhas anotações, anotações que obtive em todo esse tempo. Eu leio e procuro mais informações. Tudo parece pouco. Passei pela Espanha e depois continuei para Portugal, foram dois meses testando tudo o que havia aprendido. Minha primeira experiência acabou sendo um sucesso.Passei anos ouvindo histórias indeléveis sobre a Patagônia.
Muitas pessoas que conheci no caminho não acreditavam que eu não conhecia um lugar tão bonito, ter deixado meu país tão jovem teve suas consequências. Tinha uma viagem pendente, uma grande viagem, aquela que me levaria a conhecer aquelas paisagens ainda desconhecidas para mim.
A minha primeira experiência a viajar de bicicleta foi um verdadeiro sucesso, sem dúvida… esperava uma segunda viagem igual ou mais emocionante que a primeira.
Com o que aprendi nesses meses, ganhei mais confiança e minha curiosidade em percorrer novos caminhos foi crescendo. Eu sabia que começaria na Patagônia, mas então, se tudo corresse como esperado, continuaria para o norte, Alasca.
Idioma: Espanhol – Chile
Gonzalo Zamorano | Me tomó unos meses terminar de preparar mi hoja de ruta, no era muy precisa, pero me daba un buen margen para poder improvisar. Todo parecía en orden, llevaba conmigo mucho mas material del que podía necesitar, el solo hecho de pensar que llegaría al “Fin del Mundo” me asustaba. Todo era poco.
Mi llegada al Aeropuerto Internacional de Ushuaia fue el comienzo de este gran sueño. Ante mis ojos, uno de los mayores atractivos del mundo cortaba paso a paso mi respiración. Arroyos, lagos, glaciares, bosques, valles, montañas. La flora y fauna en sintonía perfecta. Mis expectativas con los días fueron superadas con creces.
Pero lo fabuloso de la Patagonia no fue solo eso, también fue un lugar de encuentros, donde conocí a grandes personas y forjé grandes amistades. Un gran ejemplo de eso fue que en el camino me cruzara con Simón y Nacho, dos amigos que venían del País Vasco con un proyecto a poco empezar, pero muy prometedor llamado 260Litros.
Las interminables charlas entre pedaleadas, constelaciones y fogones nos hicieron conocer mucho más, no solo compartíamos la idea de viajar en bici, queríamos explorar, dejar que el destino nos enseñara y sorprendiera con todo aquello que quisiera, nuestra predisposición era máxima. En unas semanas ya trazábamos el mismo mapa con las mismas ideas.
Pedaleamos por el sur de Chile, familias enteras nos recibían, la hospitalidad de las personas una vez más no paraba de sorprendernos. Luego cruzamos hacia Argentina dirección al Bolsón, el duro invierno hizo que nos detuviéramos al menos cuatro meses. Allí un día conocí a Jordi, un chico de Valencia que venía viajando desde el sur con su mochila, se unió a nosotros y juntos, ya en la primavera, cuando el clima era propicio zarpamos otra vez hacia la aventura.
Entre idas y vueltas los meses pasaban y los kilómetros se sumaban al reloj. Las risas nunca faltaron, siempre había alguien de humor que levantara al grupo. Como una gran familia cada uno de nosotros tenía un rol que ya parecía indispensable, buscar provisiones, cocinar, juntar leña, hacer el fuego, arreglar las bicis, fotografiar, escribir, leer los mapas.
Considero a la amistad una gran fábrica de crear recuerdos, una máquina que trabaja desde lo más interno de nosotros, que produce una de las mayores motivaciones que el viajar pueda tener. En mi memoria grandes amigos como son Jordi, Nacho y Simón crearon en mi una forma diferente de ver y compartir el camino.
Idioma: Português – Brasil
Gonzalo Zamorano | Demorei alguns meses para terminar de preparar meu roadmap, não era muito preciso, mas me deu uma boa margem para improvisar.
Tudo parecia em ordem, eu tinha muito mais material comigo do que precisava, só de pensar que chegaria ao “Fim do Mundo” me assustava. Tudo era pouco.
Minha chegada ao Aeroporto Internacional de Ushuaia foi o início deste grande sonho. Diante dos meus olhos, uma das maiores atrações do mundo foi me tirando o fôlego passo a passo.
Riachos, lagos, geleiras, florestas, vales, montanhas. A flora e a fauna em perfeita harmonia. Minhas expectativas com os dias foram superadas em muito. Mas o que havia de fabuloso na Patagônia não era só isso, era também um ponto de encontro, onde conheci gente grande e fiz grandes amizades. Um grande exemplo disso foi que no caminho encontrei o Simón e o Nacho, dois amigos que vieram do País Basco com um projeto que estava apenas começando, mas muito promissor chamado 260Litros.
As intermináveis conversas entre pedaladas, constelações e fogões fizeram-nos saber muito mais, não só partilhamos a ideia de viajar de bicicleta, queríamos explorar, deixar o destino nos ensinar e surpreender com o que quisesse, a nossa predisposição era máxima. Em poucas semanas já estávamos desenhando o mesmo mapa com as mesmas ideias. Pedalamos pelo sul do Chile, famílias inteiras nos acolheram, a hospitalidade do povo mais uma vez não para de nos surpreender. Depois cruzamos para a Argentina em direção ao Bolson, o inverno rigoroso nos fez parar por pelo menos quatro meses. Lá um dia conheci Jordi, um menino valenciano que vinha do sul com sua mochila, ele se juntou a nós e juntos, já na primavera, quando o tempo estava favorável, partimos novamente para a aventura. Entre idas e vindas os meses se passaram e os quilômetros foram adicionados ao relógio. O riso nunca faltou, sempre havia alguém com vontade de levantar o grupo. Como uma grande família, cada um de nós tinha um papel que parecia essencial: procurar mantimentos, cozinhar, juntar lenha, fazer fogo, consertar bicicletas, fotografar, escrever, ler mapas. Considero a amizade uma grande fábrica de criar memórias, uma máquina que funciona do fundo de nós, que produz uma das maiores motivações que uma viagem pode ter. Na minha memória, grandes amigos como Jordi, Nacho e Simón criaram em mim uma forma diferente de ver e compartilhar a jornada.
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